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Caso Ruth y José. Duras críticas internas al comisario de Policía Científica con Rubalcaba: desechó los restos hallados en Córdoba, descartó la pista principal en el Códice Calixtino


El caso de los niños desaparecidos en Córdoba está provocando duras críticas en la Policía, tras la identificación de unos restos que habían sido desechados anteriormente. En el cuerpo denuncian las órdenes que dio el comisario general de Policía Científica en la época de Alfredo Pérez Rubalcaba y lamentan que se hayan tenido que destinar en vano tantos fondos a la investigación. Lo mismo ocurrió en el robo del Códice Calixtino.

Miguel Ángel Santano. Comisario general de Policía Científica desde junio de 2004 hasta enero de 2012. Él fue el máximo responsable de la investigación sobre el caso de los niños de Córdoba y en él se centran las críticas internas.
Los policías no entienden su forma de trabajar y se preguntan por qué su departamento desechó una pista que ahora se ha comprobado que puede ser crucial para saber donde están los restos de los dos hermanos desaparecidos.
Dentro de la Policía existe un clima de fuerte malestar con el que fue máximo responsable de la Policía científica durante las dos legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero. Expresivamente, se habla de que ha cometido “una gran cagada” por no prestar la atención que merecía a la hoguera que montó José Bretón.
“Pequeños roedores”
Desde un primer momento, la Policía pensó que los cuerpos de Ruth y José nunca habían salido de la finca familiar ‘Las quemadillas’. Y allí centraron sus pesquisas.
Los agentes descubrieron que Bretón preparó una hoguera horas después de la desaparición de los menores. La manipuló con una placa de hierro, por lo que la temperatura que alcanzó el fuego rondó los 800 grados. Era “un auténtico horno”.
El juez ordenó investigar los restos quemados (arrojados en bolsas de basura por el propio José Bretón) y fue entonces cuando la Comisaría General de Policía Científica emitió el informe de la polémica. Está fechado en noviembre del año pasado y concluye que los restos corresponden a “pequeños roedores”.
Dejar de investigar
En ese momento, se produjo un giro trascendental en el caso: desde el departamento de dirigía Miguel Ángel Santano llegó la orden de dejar de investigar más los restos de esta hoguera.
Se ordenó un parón total de esa línea de investigación y se apostó por otras. Se apartó, además, a los agentes de la Policía Científica andaluces y se dejó el caso exclusivamente en manos de los policías de Madrid. ¿Motivo? “Órdenes del comisario general”.
Han pasado ya diez meses después de aquel primer informe de la Policía y el ministro del Interior reconoció ayer que, según dos recientes análisis independientes, sí que había restos humanos en la hoguera.
Ambos documentos apuntan, además, que se trataba de niños: uno, el del doctor Etxebarría, dice que eran “seres humanos inmaduros”; y otro, el de Bermúdez de Castro, que pertenecían a un niño de 6,22 años.
No entienden las órdenes
En la Policía no terminan de entender por qué Santano dio aquellas órdenes y desechó inmediatamente la pista de la hoguera. “No se volvieron a tocar las bolsas de basura que tiró Bretón”, explican las fuentes consultadas por ECD.
El comisario no hizo caso, en concreto, a las recomendaciones de algunos agentes de campo que indicaban que los restos de la hoguera eran la pista clave. Inmediatamente dio por cerrada esa línea y no encargó otro informe para corroborar que allí no existían restos humanos, lamentan en el cuerpo.
Cuantiosos recursos
En el cuerpo se critica especialmente los cuantiosos recursos empleados desde entonces en vano para tratar de encontrar a Ruth y José.
323 días de investigación, miles de horas de instrucción y rastreos, uso de geolocalizador, cuatro inspecciones a la finca… son las cifras del caso que ahora podría resolverse.
Fallo con el Códice Calixtino
La actitud y las órdenes erróneas de Santano tienen algún precedente más. En la Policía recuerdanel caso del Códice Calixtino, sustraído en la catedral de Santiago.
Apenas unos días después del robo, un policía escribió una minuta, que dirigió al comisario general de Policía Científica, en el que exponía a Miguel Ángel Santano sus sospechas: que el ladrón podía ser el antiguo electricista de la catedral, que conocía a la perfección las instalaciones.
La minuta llegó al despacho del comisario general pero, tal y como explican fuentes policiales, no le hizo ningún caso. Al final, después de meses de investigación, el ladrón resultó ser el electricista, al que se le encontró por casualidad el códice mientras la Policía buscaba una maleta con 600.000 euros.
Idéntica opinión tienen en la Policía sobre la actuación del comisario Santano en la desaparición de Jeremi Vargas. Consideran que sus instrucciones no siguieron con la debida diligencia este caso.
El ministro no critica a Santano
En su comparecencia ante la prensa, el ministro Jorge Fernández Díaz evitó ayer criticar el trabajo de la Policía Científica durante la investigación.
Aseguró que los agentes reconstruyeron todo lo que hizo José Bretón desde que se tuvo la última pista de los menores a través del rastreo de sus llamadas. “Se cerró una línea de investigación y se abrieron otras”, añadió en referencia a los restos de la hoguera.
Fue un “error científico” y no hay responsabilidad de la Policía, afirmó Fernández Díaz. Aludió a que “hasta el mejor escriba tiene un borrón”.
Hay que destacar que, durante sus más de siete años en el cargo, la Comisaría General de Policía Científica que dirigió Miguel Ángel Santano ha tenido un importante reconocimiento internacional por sus investigaciones.
Santano estuvo imputado por falsedad documental, falso testimonio y encubrimiento en el caso del ácido bórico, en relación con el 11-M.

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