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La mala salud de Rubalcaba pone en duda su candidatura a la sucesión de Zapatero

Alfredo Pérez Rubalcaba, el maestro de la supervivencia política y candidato oficioso a la sucesión de José Luis Rodríguez Zapatero, puede verse apeado próximamente de la primera línea política por sus constantes problemas de salud. La última alarma saltó la pasada semana, cuando tuvo que someterse a una biopsia en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid para descartar un proceso cancerígeno, según han confirmado a El Confidencial fuentes muy próximas al vicepresidente primero. Los resultados de la prueba se conocerán en unos días, pero el delicado estado físico del hombre más poderoso del Gobierno pone en duda su capacidad para optar a la presidencia en 2012.

Precisamente, Rubalcaba se vio obligado ayer a suspender un mitin en Elche, donde estaba previsto que coincidiera con Leire Pajín, por problemas de salud. El PSOE se limitó a comunicar que se encontraba “indispuesto”, pero según ha podido averiguar este diario, el vicepresidente, portavoz y ministro del Interior tuvo que permanecer en cama por una molesta infección urinaria que le ha dejado temporalmente fuera de juego y que este lunes le ha obligado a ser trasladado a la UCI del hospital Gregorio Marañón de Madrid para controlar el cuadro de fiebre alta que presenta. Su estado no reviste especial gravedad, aunque los facultativos han aconsejado trasladarle a una unidad en la que haya un seguimiento más constante de su estado de salud.
Se trata de una dolencia más para el castigado físico del político socialista, que cumplirá 60 años el próximo mes de julio. Pero fue durante un reciente reconocimiento médico cuando se desataron todos los temores al observarse en los análisis la presencia de unas sustancias conocidas como marcadores tumorales. Tras detectarse un PSA (antígeno prostático específico) anormalmente alto (superior a cinco), Rubalcaba se sometió la semana pasada a< b> una biopsia que, según indicaron fuentes de su entorno, ha descartado que padezca cáncer de próstata, aunque los resultados definitivos se conocerán en unos días. En todo caso, fuentes médicas conocedoras de este diagnóstico manifestaron que lo deseable sería que el número dos del Ejecutivo no participara de la batalla sucesoria.

Además de su reciente infección, y de la detección de los citados marcadores tumorales, el vicepresidentepadece una arritmia cardiaca, problemas estomacales y anisakiasis, la enfermedad causada por un parásito del pescado, y que se ha hecho conocida por la creciente popularidad del sushi. Este cuadro clínico hizo que Rubalcaba aumentara la frecuencia de sus revisiones médicas hasta convertirla s en trimestrales. Dada la expectación mediática que generan todas sus actividades, el vicepresidente también cambió las instalaciones del madrileño Hospital Clínico San Carlos por otro centro sanitario en busca de una mayor discreción.

Acumulación de tareas en el partido y en el Gobierno

La mala salud de hierro de Rubalcaba ha sido un elemento recurrente a la hora de especular sobre su carrera política. Él mismo ha declarado en diversas ocasiones que se encuentra “de salida”, aunque también afirmó que nunca volvería a la Moncloa solo unos meses antes de aceptar la mayor concentración de poder de la h istoria democrática. Un conjunto de cargos que amenazan con abrasarle tras casi 30 años dedicado a la política.

Zapatero le ha encomendado ser la imagen del Gobierno tras los consejos de ministros, ocuparse de la lucha antiterrorista, coordinar toda la acción ejecutiva, dar la cara en emergencias como el paro de controladores aéreos, así como recorrer España los fines de semana para presentar a los candidatos locales y autonómicos del PSOE. Una agenda ilimitada que incluye también ser la pieza a batir del PP, y gestionar el caso Faisán. Cabe recordar que el presunto chivatazo a ETA ya ha salpicado a su número dos en Interior, Antonio Camacho.& nbsp;

El propio Mariano Rajoy, recordando la época en que tuvo que compatibilizar su cargo como vicepresidente y como ministro del Interior, ha expresado en privado su escepticismo por que el político socialista pueda cumplir con todas sus tareas, a las que se añade también la carrera sucesoria. El empeoramiento de su estado de salud viene a añadir más dudas a la posibilidad de que sea el candidato socialista en 2012, batalla en la que ya ha empezado a destacar también la ministra de Defensa, Carme Chacón. “Ella es el plan B, porque en el PSOE todos sabemos que Rubalcaba no es un líder de futuro”, señaló un diputado socialista.

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