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El pijo sevillano que quería ser un lord

Iván Chaves Iborra, hijo de Manuel Chaves, ex presidente de la Junta de Andalucía y actual vicepresidente del Gobierno y presidente del PSOE, hermano de Paula, responde a la tipología de lo que vulgarmente se conoce como “niño pijo sevillano”. Nacido en Sevilla el 12 de julio de 1974, saltó a la fama, sin él saberlo, el día que sus padres, Manuel Chaves y Antonia Iborra, se hicieron la famosa foto junto a Felipe González, Alfonso Guerra y otros líderes socialistas andaluces del Clan de la tortilla. En esa imagen, su madre, Antonia, estaba embarazada de Iván.

Estudió en centros acad émicos públicos, como el Instituto Fernando de Herrera, en Sevilla, y privados, caso del St. Michael's School, en Madrid, en los tiempos que su padre era ministro de Trabajo con González (1986-1990). En este elitista centro educativo coincidió con otros hijos de dirigentes socialistas. Allí era conocido por la ropa de marca y “su desprecio hacia chicos que vestían prendas más modestas”, según testimonio de un ex compañero, que añade que “Iván era un niño pijo, algo altivo, simpático, dicharachero, muy comunicativo y estudiante cumplidor. Políticamente trataba de no significarse en exceso”.

Posteriormente estudió en la Universidad de Sevilla hasta licenciarse en Administración y Dirección de Empresas. Poco después de terminar sus estudios uno de sus primeros trabajos fue como empleado de la empres a Persán, fabricante y distribuidora de detergentes, lavavajillas y otros productos de limpieza. Tras abandonar esta firma se instaló por su cuenta. En el registro aparece como administrador de tres compañías, de las que El Confidencial ha venido informando durante toda esta semana: Cexmark Soluciones SL, Exiden participaciones SL y Núcleo de Inversiones y Negocios SL. Esta última era denominada coloquialmente por Iván Chaves como “núcleo duro”.

En los casos en los que su intermediación podría incurrir en un delito de tráfico de influencias o generar un escándalo político, Iván Chaves utiliza a su socio, Javier Olaegui de la Infiesta y a la e mpresa de éste, Inverolaegui. De hecho, Manuel Chaves llegó a comentar a su círculo más próximo los reproches que le hacía Iván, quien protestaba porque ser hijo del presidente de la Junta no le dejaba rienda suelta para sus negocios, esto es, poner en contacto a administraciones y empresas públicas con compañías privadas. De lo que no se quejaba es de la cantidad de puertas que le abría su apellido y que le permitía presentarse ante sus clientes como el “abrelatas” perfecto.

Un habitual de los ambientes nocturnos

Su vida personal ha sido agitada. Hasta su matrimonio, era muy conocido en los ambientes nocturnos sevillanos, donde se movía como pez en el agua. En septiembre de 2003 contrajo matrimonio con Rocío Cabet del Castillo en la Catedral de Sevilla, “una boda más propia de un señorito sevillano que del hijo de un socialista histórico”, según testigos del enlace. Los casó nada más y nada menos que el cardenal arzobispo de Sevilla Carlos Amigo. De su matrimonio tuvo dos hijos, que según personas de su entorno familiar, tienen muchísima relación con sus abuelos paternos. El ex presidente Chaves habla de ellos a todo su entorno “con emoción, como un abuelo más que orgulloso”.

A partir de su relación con Iván Chaves, Rocío Cabet del Castillo comenzó a trabajar en la empresa pública Extenda, organismo de promoción del comercio internacional de la Comunidad Autónoma de Andalucía, dependiente de la Junta. En Extenda, Rocío Cabet tiene un sueldo de unos 1.400 euros netos al mes. Compañeros suyos han explicado a El Confidencial que es “una chica preparada, muy bien educada, trabajadora, que nunca ha hec ho uso del apellido de su marido, incluso había gente en la empresa que no sabía que era nuera del presidente de la Junta”.

La relación matrimonial se deterioró y, tras diversos conflictos que fueron objeto de muchísimos comentarios en la alta sociedad sevillana, de los que Iván Chaves no salía especialmente bien parado, la pareja se separó. En la actualidad se encuentra tramitando el divorcio. Según declaran personas de su entorno a El Confidencial, “la separación ha generado momentos de muchísima tensión, y Manuel Chaves y Antonia Iborra han tenido muchísima intervención en el conflicto”.En Sevilla es objeto de comentario el hecho de que, tras la separación, la custodia de los dos hijos de la pareja recayó en Iván Chaves. Hoy en día es frecuente ver a Antonia Iborra, la madre de Iván, llevando y recogiendo a los niños en el colegio, “pues es quien, al menos por lo que se ve por las calles de Sevilla, más tiempo pasa con las criaturas”.

Iván Chaves es un amante de los deportes náuticos, juega al pádel y esquía frecuentemente en Sierra Nevada. Le gusta viajar (Londres, Marruecos, Abu Dhabi…) y la ropa de marca, como Hackett, una firma inglesa de ropa muy conocida -y muy cara-, que se define como “Essential British Kit”. Personas que le tratan asiduamente dicen de él que “es un sevillano al que le hubiera gustado ser un lord inglés, se le impregnó el estilo british cuando estudió en el Saint Michael´s”. También es amante de la buena mesa y es fácil verle en los restaurantes más de moda de Sevilla.

Ver entregas anteriores de “Iván Chaves, el comisionista”:


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