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El retraso moral en las raíces de la corrupción


El Caparazón

Entre el que ya es video viral de Arcadi Oliveres comentando el porqué de las desigualdades en el tercer mundo y este de Lawrence Lessig, que cuenta cómo también en EEUU la corrupción es parte importante del motor del sistema, los escándalos de Wikileaks y lo vergonzoso de la situación Libia y algunas lecturas recientes sobre Conflictología, no puedo dejar de pensar en Kohlberg, en cómo aunque la religión haya teñido de matices negativos el concepto, es hora, porque la sociedad ha cambiado, de volver a hablar de cosas como la evolución moral y ética.

Y es que empieza a resultar evidente que no nos dirigen los que serían líderes lógicos, los más avanzados en cuanto a desarrollo ético y moral.

Nos cuenta Lessig que cuando solo el 11% de la población americana cree en el congreso, cuando el dinero, para enriquecerse o seguir ganando elecciones, es el máximo valor, lo que vivimos son oligocracias económicas y no verdaderas democracias. De forma similar nos relata Arcadi el expolio constante del tercer mundo por parte de dictadores multimillonarios y algunos cómplices igual de ricos en el primero.

Así que no puedo dejar de comprobarlo en el esquema inferior y parece, sí, que muchos de nuestros políticos están en la segunda etapa (de las 6 o 7 posibles en orden de evolución progresiva), que viven estancados en un estadio de moral preconvencional caracterizado por la valoración de los actos según las necesidades que satisfacen, algo normal con 4 a 10 años de edad, pero no creo que positivo si lo observamos en los que consideramos adultos líderes de nuestra sociedad.

Nos merecemos, creo, ser gobernados, no por el 20% de los que atesoran la riqueza del 80% restante sino por el 25% que los estudios posteriores a la teoría de Kohlberg relatan que es capaz de pasar de ese segundo estadio, de ir más allá de las propias necesidades egoístas.

¿Despertamos? ¿Golpeamos la raíz o seguimos, como decía Thoreau, agitando las ramas? ¿Tiene sentido el propio sistema cuando son algo tan importante como los valores que lo fundamentan lo que ha cambiado, lo que estamos haciendo cambiar? ¿Cómo hacemos que evolucione a la par?

Extraigo de Wikipedia para mera constatación de los lectores, la teoría del desarrollo moral de Kohlberg:

Kohlberg considera esencial comprender la estructura del razonamiento frente a los problemas de carácter moral. En sus investigaciones no se centra en los valores específicos sino en los razonamientos morales, es decir, en las razones que tienen las personas para elegir una u otra acción. Son los aspectos formales del pensamiento moral los que interesan a Kohlberg.

Comenzó su trabajo recogiendo material hacia 1960; básicamente presentaba a la gente “dilemas morales”, es decir, casos conflictivos de decisión y clasificaba las respuestas que obtenía. Mediante este procedimiento llegó a describir seis etapas que corresponden a tres niveles distintos de razonamiento moral. El autor sostiene que la secuencia de etapas es necesaria, y no depende de las diferencias culturales, ya que obtuvo los mismos resultados en México, Estados Unidos y Taiwán. Datos interesantes hablan de que sólo el 25% de los adultos llegan al tercer nivel; el estado 6 es alcanzado sólo por el 5% de los adultos.

(añadiría, porque lo creo relevante, que a determinados niveles de pobreza, cuando estamos ocupados en satisfacer la base de la pirámide de necesidades de Maslow, no tiene sentido hablar de desarrollo moral, tema que puede estar distorsionando este tipo de resultados. No es el caso, obviamente, de los dirigentes aludidos más arriba.)

Kohlberg descubrió que el razonamiento moral parece evolucionar y complicarse progresivamente a lo largo de la adolescencia y hasta la edad adulta joven, ya que depende del desarrollo de ciertas capacidades cognitivas que evolucionan según una secuencia invariable de tres niveles, cada uno de ellos compuesto de dos etapas morales distintas. Cada etapa refleja un método de razonamiento frente al planteamiento de dilemas morales. Kohlberg afirmaba que a pesar del vínculo estrecho entre desarrollo moral y desarrollo cognitivo, el crecimiento de este último no era suficiente para garantizar el desarrollo moral, y que la mayoría de los adultos nunca llegarían a pasar de la etapa 5 del desarrollo moral.



Moral preconvencional

Se da entre los 4 y los 10 años de edad. A esta edad las personas actuan bajo controles externos. Obedecen las reglas para evitar castigos y obtener recompensas o por egoismo.

Etapa 1
Esta etapa fue definida por Kohlberg como la de “orientación hacia el castigo y la obediencia”. En esta etapa la bondad o maldad de un acto depende de sus consecuencias.

Etapa 2
Esta etapa fue definida por Kohlberg como la de “hedonismo ingenuo”. En esta etapa las personas siguen las reglas con fines egoístas. Se valoran los actos en función de las necesidades que satisfacen.

Moral convencional

Etapa 3
Definida por Kohlberg como la etapa de “orientación del niño bueno”. En esta etapa los actos se valoran según complazcan, ayuden o sean aprobados por los demás. Se evalúa la intención del actor y se tiene en cuenta las circunstancias.

Etapa 4
Esta es la etapa de la “preocupación y conciencia sociales”. En ella se toma en consideración la voluntad de la sociedad reflejada en la ley: lo correcto es la obediencia a la norma, no por temor al castigo sino por la creencia de que la ley mantiene el orden social, por lo que no debe transgredirse a menos que haya un motivo que lo exija.

Moral postconvencional

Etapa 5
Se trata de la etapa de la “orientación del contrato social”. Las personas piensan en términos racionales, valoran la voluntad de la mayoría y el bienestar de la sociedad. Las leyes que comprometen los derechos humanos o la dignidad son consideradas injustas y merecen desafío. Sin embargo, la obediencia a la ley se sigue considerando mejor para la sociedad a largo plazo.

Etapa 6
La sexta etapa del desarrollo moral según Kohlberg es la de “moralidad de principios éticos universales”. El individuo define el bien y el mal basado en principios éticos elegidos por él mismo, de su propia conciencia. Se basan en normas abstractas de justicia y respeto por todos los seres humanos que trascienden cualquier ley o contrato social. Se actúa de acuerdo a normas interiorizadas y se actuará mal si se va en contra de estos principios.

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