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-Los técnicos de Hacienda tiran con bala contra los autónomos.-

Acusan a los pequeños empresarios de "falsear sus ingresos"

La última estadística del IRPF publicada por la Agencia Tributaria muestra que los autónomos y pequeños empresarios declararon un 10,6% menos de beneficios en la campaña de la renta de 2008, año en que la economía española aún obtuvo tasas de crecimiento positivas. Una circunstancia que sirvió ayer al Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) para acusar a través de un comunicado a "los pequeños empresarios de falsear sus ingresos". Con todo, debe advertirse que en 2008 la economía creció un 0,9% y no un 3,4% como indican los técnicos de Hacienda en su nota.

En cualquier caso, Gestha centra sus recriminaciones en los autónomos que tributan en el IRPF a través del método de estimación directa, que implica que la base imponible se calcula restando los ingresos de los gastos. Según los técnicos de Hacienda, el millón y medio de contribuyentes que aplican este sistema tienen más facilidad para defraudar al fisco, bien engrosando sus gastos, bien escondiendo parte de sus beneficios.

En cambio, los autónomos que tributan por módulos sí que incrementaron su rendimiento neto un 0,48%. Los llamados moduleros -que suman 647.000 contribuyentes- pagan el IRPF en función de variables como el número de empleados, las dimensiones de su local o el consumo de electricidad, entre otras variables. Así, tributan lo mismo tanto si obtienen beneficios como pérdidas.

Siempre según la opinión de Gestha, el hecho de que el IRPF de 2008 se declarase en junio de 2009, cuando la virulencia la crisis alcanzó cotas máximas, llevó a los autónomos y empresarios a "ocultar sus beneficios para sortear la falta de liquidez y la caída de las ventas, opción imposible para los trabajadores cuyos ingresos están muy controlados". No es la primera vez, y seguro que tampoco será la última, que los técnicos de Hacienda ponen la etiqueta de defraudadores fiscales a los autónomos. Aunque llama la atención la rotundidad del comunicado de ayer.

Por otro lado, también resaltan los rendimientos tan bajos que declaran los autónomos. Según la Agencia Tributaria, seis de cada diez pequeños empresarios asegura a Hacienda que gana igual o menos que un mileurista. Una situación que no hace sino reafirmar a los técnicos en su cruzada contra los trabajadores por cuenta propia.

Un asalariado, de media, declara un rendimiento neto anual de 19.288 euros, mientras que los autónomos presentan de promedio ante Hacienda unos beneficios de 12.088 euros. Una brecha que, además, no ha cesado de crecer en los últimos años. La mayor diferencia se produce en Madrid, donde alcanza los 14.128 euros, mientras que la media se sitúa en 7.600 euros. Ello es así porque Madrid es, con diferencia, la comunidad con un salario medio mayor.

Los autónomos se defienden

Las asociaciones de autónomos se rebelan contra la idea, cada vez más extendida, de que los trabajadores por cuenta propia defraudan con cierta regularidad a Hacienda. Alegan que en 2008, a pesar del incremento del PIB, sus beneficios cayeron. De hecho, ese mismo año, la recaudación por el impuesto sobre sociedades descendió un 39%. Y recuerdan que son un colectivo olvidado por el Estado del Bienestar, ya que cuentan con menos prestaciones y protección social que los asalariados.

Con todo, resulta chocante que la mayoría de autónomos declare ganar lo mismo o menos que un mileurista. Una circunstancia que no puede explicarse por la crisis económica, ya que en los años anteriores al desplome de la economía española, los rendimientos medios netos de los autónomos también rondaban los 1.000 euros mensuales.

Pinocha Trinidad Jiménez

Zapatero y Trinidad son amigos personales y cuando se convirtió en secretario general del PSOE por nueve votos, Trinidad lo acogió en su casa. Zapatero siempre la ha mimado y ahora la echa a los leones y le complica la vida, con lo bien que estaba ella en su ministerio de Sanidad. Hija de José Jiménez Villarejo, ex magistrado del Tribunal Supremo, y sobrina de Carlos Jiménez Villarejo, si, el que llamo a los jueces que procesan a Garzón cómplices de torturas del franquismo, que fue jefe de la Fiscalía Anticorrupción, también es prima de Alberto Ruiz Gallardón, con quién se batió infructuosamente por la alcaldía madrileña. Divorciada de un diplomático, ha vivido en Guinea Ecuatorial, Israel y Camerún. Si pierde no pasa nada, Zapatero le dará otro sillón o continuará haciéndolo igual de mal en el ministerio de Sanidad.

Prácticamente no ha comenzado hacer campaña y ya se ha convertido en una pinocha, en una mentirosilla. La primera mentira cuando dijo que “Llevo bastante tiempo pensando en esta decisión que he tomado hoy”. Se refería a su presentación de la candidatura a presidenta del PSM. Durante meses Trinidad Jiménez no ha dado la menor señal de estar interesada en la presidencia de la Comunidad de Madrid. Todo lo contrario, estaba encantada con ser ministra de Sanidad.

Segunda mentira: “Me lo han pedido muchos dirigentes y muchos militantes”. Pero si no hay constancia de que un solo dirigente o militante socialista se lo pedido. A parte, ahí está el manifiesto de apoyo a Gómez firmado por 106 líderes locales. Estos forman el 73% del total.

Tercera mentira: “El presidente no me lo ha pedido”. Las declaraciones de Zapatero las hemos escuchado por la radio, televisión y leídas en los periódicos. El presidente ha dejado constancia de su preferencia por Trinidad Jiménez. Zapatero dijo que es “buenísima”, mientras que sobre Tomás Gómez que es “bueno” para el cargo. También le ha pedido a Gómez que se retire, pero Trinidad no se entera o no se quiere enterar. Por lo tanto, Trinidad Jiménez es la candidata de Zapatero y el presidente se lo ha pedido en público y en privado.

Dice que no es de las que se van. Otra mentira, esta sería la cuarta. Ya le dio su pariente Alberto Ruiz-Gallardón un repaso electoral de campeonato y Trinidad no aguantó ni dos meses al frente de la Oposición. Zapatero le inventó un sillón en Exteriores y abandonó a los suyos en Madrid. Pero como ya digo, ocurre que es ministra del Gobierno formado por los políticos más mentirosos y frívolos de nuestra Historia, a su cabeza Zapatero y todo se contagia, en este caso la mentira.

Evidentemente, Trinidad Jiménez miente al igual que Zapatero, su jefe, y es que todos los que le rodean acaban utilizando la misma artimaña, mentir. Aunque ya se sabe que las mentiras tienen las patas muy cortas. El que se la juega es Zapatero. Se juega su autoridad en el partido socialista al apostar por Trinidad. Una derrota de su candidata sería una derrota suya.

Esperanza Aguirre es un hueso dificilísimo de roer, entre otros motivos, porque lo ha hecho y lo está haciendo muy bien en la Comunidad de Madrid. Ya se enfrentó a ella Rafael Simancas, pero no le duro dos asaltos y se estrelló contra el muro de Esperanza. ¿Cuál de los dos candidatos lo haría mejor contra Esperanza Aguirre? Pues yo creo que más o menos igual de mal. Los madrileños no quieren a ninguno de los dos y ahora mucho menos a Trinidad Jiménez por ser candidata de Zapatero. El PP madrileño lo está haciendo muy bien y volverá a ganar las elecciones. Mira si lo está haciendo bien que es la única Comunidad que tiene que recibir dinero que se le debe por parte del Estado del ejercicio fiscal del 2008, exactamente 15.000 millones de euros. A parte, el Gobierno central le debe otros 1.500 millones a la Comunidad de Madrid por el aumento de población que no se le ha tenido en cuenta.

¿Se puede hablar de que Trinidad Jiménez puede ganar a Gómez por su buena gestión como ministra de Sanidad? Pero ¿Cuál es esa buena gestión? Su gestión sobre la supuesta epidemia de la gripe A fue un desastre. Porque no hubo epidemia y porque se gastó un dineral para después tener que tirar a la basura 6 millones de vacunas, con un valor de 42 millones de euros. También prohibió fumar en los locales públicos después de que hace dos años se le obligó a la hostelería a reformar sus locales con los consiguientes gastos por la ley que había en vigor entonces impulsada por el Gobierno de Zapatero. Por no hablar de su apoyo a la ley del aborto de la niña Bibiana Aído. Entonces ¿Dónde está esa buena gestión? Simplemente, no la hay.

El liderazgo de Zapatero está en descomposición. Ya no está para imponer candidatos en ningún lugar, por la sencilla razón de que la gente tiende a rebelarse contra los jefes sentenciados a un próximo final político. Zapatero ya ni da miedo ni tiene nada con qué recompensar a nadie. No entiende que aún trayendo a Obama como candidato socialista para la Comunidad de Madrid ganaría a Esperanza Aguirre. Los militantes socialistas se le van a subir a la chepa y el navajeo interno de las primarias va a producir un destrozo en el PSOE. ¿Y todo esto para qué? Pues para intentar demostrar que aún puede imponer un candidato y echar al que le ha salido respondón, pero no lo va a conseguir.

Tomás Gómez ha acudido a la radio y allí ha asegurado que “tengo al aparato federal en contra”, por no decir a Zapatero o a Pepiño. Habló de lealtad a Zapatero, aunque dijo no entender por qué debería irse si el sí ha sido elegido por los socialistas madrileños. Y se sintió un poco molesto por las peticiones de que deje paso libre a Trinidad Jiménez para que luche contra Aguirre, Gómez indicó: “como que me vaya…si a mí me han elegido los militantes”. Ya en su momento Zapatero lo colocó a dedo en el PSM sacándolo de su alcaldía, pero el cuento cambia y ahora quiere a Trinidad. Zapatero decide e impone. Por eso, yo apoyo a Tomás Gómez, aunque la verdad me da igual quien vaya luego a ser el que se tenga que enfrentar a Esperanza, porque los va a machacar.

Estas van a ser las primarias no de Tomás Gómez contra Trinidad Jiménez, sino las primarias de Tomás Gómez contra Zapatero y éste último va a perder. El partido socialista va a salir muy tocado y es que cuando Zapatero se pone a inventar el lío está asegurado. Le ha salido mal lo de Trinidad Jiménez, y bien haría esta simpática mujer en no empeñarse en querer ser lo que no puede. No está mal quedarse como ministra de Sanidad mientras dure el empleo. Mal principio ha tenido mintiendo. Trini, quédate en donde estás, que no es moco de pavo.

¿El trofeo para el vencedor de las primarias socialistas de Madrid? Pues una corona… para difuntos políticos.

Publicado el por Roberto Rodrigo


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