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FERROVIAL, SOBORNO PASIVO IMPROPIO, VS. LOS TOROS EN CATALUÑA.

Rafael del Barco Carreras

Barcelona 29-07-10. Los políticos catalanes han puesto toda la carne en el asador. Lo que no sé si tiene que ver con el “hecho diferencial catalán” o para crear cortinas de humo ante la Gran Corrupción. El arte de la confusión.

La Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) presentó el lunes un voluminoso informe de 158 páginas sobre las irregularidades detectadas en el Palau de la Música de Barcelona. Noticia oscurecida por los toros. Y como no entiendo en cuanto a toros a ninguno de los bandos contendientes, y me temo que el problema para la inmensa mayoría de catalanes no existía (otra creación artificial al estilo Estatut o la consulta por la Diagonal), pasaré a lo mío, lo que pretenden camuflar, la Gran Corrupción.

De paso aconsejar a la cercana Perpiñán que fomentando su turismo, al igual que las multisalas de cine porno y casinos (incluso había librerías con libros y publicaciones prohibidas en castellano y catalán) en tiempos de Franco, ahora habilite una plaza de toros. Yo ya he visto tantas miserias humanas que la de los toros, de serlo, me parece de juguete.

Pero toca comentar sobre inmobiliarias y constructoras solventes, de las que no se sabe que deban a los bancos y caixas miles de millones de euros que no pagarán jamás. Deducir que la que no quiebra soborna, sería improcedente. Los miles de millones de deuda de las quebradas no son estrictamente “mercantiles”, se crearon “especulando”, “opando”, comprando y vendiéndose entre “financieros e inmobiliarios”. Es decir, fabricando quiebras fraudulentas ante el estallido de la gran Burbuja, años 2005-08. O sea, ni el SOBORNO es la definición adecuada, como tampoco lo es “financiar” cuando se paga en efectivo una coima a un político, se destine a su partido o a su bolsillo.

La Oficina Antifraude de Cataluña, regida por el ex fiscal David Martínez Madero, sabe, o se lo deberemos repetir para que lo sepa, y defina las hechos inteligiblemente, que las constructoras no sobornan; pagan en negro las tarifas establecidas, pactan compensaciones, o simplemente tienen en nómina a políticos, altos funcionarios, familiares, o el “ hombre de…”. Es el establisment, como aquella Fomento de Obras y Construcciones SA, en origen de Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco, que digo en el prólogo de “Barcelona, 30 años de corrupción” no se sabía bien donde acababa Fomento y empezaba el Ayuntamiento, o viceversa.

Dice la noticia en El Confidencial; “Habla el informe de un “ambiente de impostación” y subraya: “Apariencia, frivolidad e irresponsabilidad formaban, esta vez sí, un cóctel peligroso”. Y continúa: “Raya el cinismo más absoluto afirmar, como ha hecho este compareciente [se refiere a Juan Elizaga, responsable de Relaciones Institucionales de la compañía], que no se tenía ningún control sobre el destino de más de 11 millones de euros [se refiere al periodo de 1999 a 2007] y, al mismo tiempo, mostrarse en estado de shock, usando sus propia palabras…”. También deja claro que en el año 2008, por ejemplo, los gastos de personal pasaron de 1,2 millones a 2,7 millones y este incremento se dio entre los miembros del comité de dirección. Eran los sobresueldos del ex presidente, Fèlix Millet, de su mano derecha, Jordi Montull, y de la directora general, Rosa Garicano”

No me extraña el shock del ejecutivo de la constructora… “que me preguntan estos locos, se diría, si eso es así desde siempre… y todo el mundo lo sabía”

Lo de “soborno pasivo” me hace tanta gracia como lo de “financiar” o “gastos de personal” ¿Tan delicado es el mundo de la Gran Corrupción que los juristas deben inventarse un diccionario para enmascarar los simples delitos tan bien definidos en el de la Real Academia Española y en el Código Penal? Por ejemplo, asociación para delinquir, fraude fiscal generalizado, apropiación indebida, desfalco y robo… que de no intervenir más corrupción conllevan detención inmediata de los supuestos autores.

Cohecho. De Wikipedia, la enciclopedia libre

El cohecho (coloquialmente "coima" o "soborno") es un delito que consiste en que una autoridad o funcionario público acepta o solicita una dádiva a cambio de realizar u omitir un acto.

El cohecho es simple si el funcionario público acepta una remuneración para cumplir con un acto debido por su función o calificado si recibe una dádiva para obstaculizar el cumplimiento de un acto o no llevarlo a cabo, ya sea dicho acto constitutivo o no de delito.

Por ejemplo, un automovilista puede sobornar a un oficial de la policía para no extenderle un parte por exceso de velocidad, un ciudadano que realiza trámites puede sobornar a un empleado público por un servicio más rápido, una compañía constructora puede sobornar a un funcionario para conceder un contrato, etc.

La persona que ofrece la dádiva o que acepta el pedido de ella comete el delito de cohecho pasivo.

En este delito se considera que el bien tutelado es la administración pública”.

Esta definición y la realidad aparecida en todo su esplendor en los casos Palau, Pretoria, Hacienda, etc, se parece como un huevo a una castaña. El mundo real frente al oficial, o las líneas paralelas que nunca se encontrarán.


HUELGA DE "BOLIS CAÍDOS"

La Guardia Civil lleva un mes y medio sin poner multas como protesta por la bajada de sueldo.

La Guardia Civil lleva un mes y medio sin poner multas como protesta por la bajada de sueldo

Las sanciones han descendido un 70% durante la huelga de "bolis caídos" (EFE).

@Daniel Forcada.- 29/07/2010 (06:00h)

Presionan al Ministerio del Interior por donde más duele en época de vacas flacas. Guardias Civiles de toda España llevan un mes y medio de huelga encubierta, trabajando a reglamento y no sancionando las infracciones más leves o menos graves para reclamar así una mejora de sus condiciones laborales y para resolver también viejos agravios con respecto a otros cuerpos como la Policía Nacional. Y todo en un contexto en el que el departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba les pide que recauden más, que reduzcan su gasto en telefonía móvil y que conduzcan más despacio para ahorrar.

Las sanciones han caído un 70%. Algunos datos suministrados por Antonio Varela, portavoz de la Unión de Guardias Civiles, hablan por sí solos y son bastantes ilustrativos de cómo está la situación en plena verano, cuando más desplazamientos hay en las carreteras. En el último mes, los radares de la Guardia Civil no han puesto una sola multa en toda la provincia de Toledo. Al igual que en Asturias. Y en Santiago de Compostela, solo cuatro. “En toda Galicia, ha bajado un 72% las sanciones en tráfico y casi un 80% en temas de seguridad ciudadana”, explica Varela. Una situación que se refleja también en el estado de los cuarteles, donde muchos agentes están de baja, también como medida de protesta. En el de Gandía, por ejemplo, lo están 17 de sus 21 agentes, mientras que en el de Sada, solo trabajan estos días 6 de 21.

Ante la imposibilidad de la Benemérita para ejercer el derecho a la huelga, la picaresca, tan española, encuentra medios para aplicar esa huelga de "bolis caídos" que tanto daño está haciendo a las arcas de Interior. Y más cuando las estadísticas demuestran que este verano, el número de accidentes y de muertos ha descendido con respecto al año pasado. Un dato que ha motivado aún más a los guardias civiles para continuar con su particular protesta. Más vigilancia y prevención en carretera y muy pocas sanciones. Que si el radar no está lo suficientemente bien colocado para captar la matrícula, que si un agente te alerta con mucho tiempo de que en seguida viene el control, que si tomate un buen rato para soplar en la segunda prueba del test de alcoholemia a ver si baja el nivel…

Un suma y sigue de pequeñas triquiñuelas que han hecho realidad que los 10.000 agentes dedicados al control del Tráfico hayan dejado de multar las infracciones leves o menos graves. Algo contemplado en su reglamento interno y en el propio Código Penal. “Que nadie diga que no estamos trabajando, porque en cuatro semanas de campaña de seguridad vial de verano, han muerto cuatro agentes atropellados”, añade Varela. El resultado tendrás efectos negativos muy pronto sobre la recaudación. El año pasado, se ingresaron 432 millones de euros en multas. Durante el primer semestre, antes de la huelga de bolis caídos, se han recaudado 180 millones.

Plan de ajuste

El origen de la discordia comenzó cuando la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil anunció que recortaría en un 5% el sueldo de los agentes. Una medida que ya se ha hecho realidad en la nómina del mes de este mes de julio. “Nuestro sueldo medios de 1.521 euros para una media de 167 horas trabajadas al mes, 22 menos que la Policía Nacional”, explica Varela, cuya asociación es una de las más representativas de la Guardia Civil. “Nos van a reducir un 30% en la extra de diciembre y unos 70 euros cada mes. En total, de aquí a fin de año vamos a perder 890 euros. Y el año que viene nos congelan el sueldo”.

Desde el pasado mes de abril, los cuarteles han recibido notificaciones por escrito para que recorten gastos con consejos y medidas muy concretas. Los agentes tienen orden, por ejemplo, de conducir un 20% por debajo de la máxima permitida, detener el motor en cada estacionamiento o practicar una conducción económica con ventanillas cerrada y evitando frenazos bruscos. Se les ha recortado drásticamente el uso del teléfono móvil y se les ha llegado a ordenar que solo hagan controles de alcoholemia a quienes muestren signos inequívocos de estar borrachos. Por aquello de ahorrar en boquillas para el test, pues cada uno cuesta… 30 céntimos. Y se les ha conminado también a no usar todoterrenos y motocicletas para utilizar, en cambio, turismos más económicos. “Salvo cuando sea la Vuelta Ciclista o venga algún ministro”, apuntilla Varela,


Rubalcaba: “La obligación de la Guardia Civil es poner multas”

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha advertido, por su parte, que la “obligación” y el “trabajo” de los Guardias Civiles de Tráfico es cumplir y hacer cumplir la Ley y que, por tanto, su deber es imponer una multa si detectan cualquier infracción cometida en las carreteras. “La Guardia Civil tiene que cumplir las leyes y cuando un ciudadano se salta un Stop, la Guardia Civil le tiene que multar. No basta con decirle que eso no se hace", ha señalado.

El titular de Interior ha negado de forma tajante que su departamento esté preocupado por el descenso de la recaudación a consecuencia de esa hipotética huelga de "bolis caídos" y ha destacado que lo que de verdad importa al Gobierno es la mejora de la seguridad vial y no las multas de tráfico. "Quien dice que nos preocupa la recaudación es que no sabe nada de seguridad vial. Ésa es nuestra preocupación y ninguna otra, se lo aseguro", ha remachado.

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