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El PP aprovechará el debate sobre la reforma laboral para cortar las alas a los sindicatos. Propondrá libertad absoluta para que los empresarios negocien horarios y sueldos.

Según fuentes de la cúpula ‘popular’ consultadas por El Confidencial Digital, el equipo directivo del PP considera que la circunstancia es muy propicia para plantear una reforma del papel de los sindicatos en España. La circunstancia es propicia en tanto que en el PP se considera que hay malestar contra los sindicatos por la huelga del metro de Madrid. Asimismo, también se cuenta en el PP con un malestar especial en la opinión pública hacia las cúpulas de los sindicatos mayoritarios, por sus políticas desarrolladas durante la segunda legislatura del gobierno Zapatero.

Así, el Partido Popular, consciente de que las libertades sindicales están extraordinariamente protegidas por la Constitución Española, propondrá al Gobierno una reforma de cariz eminentemente pragmático. El paso sustancial de esa reforma supone el abandono del paradigma de la negociación colectiva, en lo que afecta a las pequeñas y medianas empresas.

Con el abandono de la negociación colectiva, lo que se pretende es reforzar la autonomía de empleadores y trabajadores a fin de llegar a acuerdos que garanticen la viabilidad de las pequeñas y medianas empresas. Lo que propondrá a la Cámara el Partido Popular es liberalizar las leyes laborales de tal modo que una empresa con problemas pueda llegar a reformar horarios (mediante una reducción de los mismos) de acuerdo con sus empleados, y asimismo a modificar los salarios de los trabajadores, siempre que haya aquiescencia por parte de estos, para que un empresario con problemas pueda mantener a su capital humano, sin tener que verse abocado a despedir a parte de su personal.

En la cúpula del Partido Popular se espera al debate sobre la reforma laboral para terminar de definir el tono que Mariano Rajoy ha de emplear contra el Gobierno en el debate sobre el estado de la Nación. Según fuentes ‘populares’, el tono de Rajoy será más conciliador si el Gobierno acepta alguna de sus propuestas.


Nadal muerde su segundo Wimbledon

El mallorquín derrota en la final del torneo de hierba a Tomas Berdych por 3-6, 5-7 y 4-6

Rafa Nadal, tras obtener la victoria AFP

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El español Rafael Nadal, número uno mundial mundo, ganó su segundo título de Wimbledon al vencer al checo Tomas Berdych, decimotercero del mundo, por 6-3, 7-5 y 6-4.
El tenista mallorquiín disputó en la pista Central del All England Club su cuarta final en este Grand Slam, tercero de la temporada, que resolvió en 2 horas y 13 minutos.
Dos años antes en este mismo escenario, Nadal se saltaba a la torera todo tipo de protocolo para manifestar su euforia al arrebatar a un desolado Roger Federer su preciado trofeo. Era el 2008 y el balear hacia historia para el tenis nacional.
Hoy Nadal daba un paso más. Afianzó su magisterio en el césped inglés y abortó cualquier esperanza de su oponente checo, un novato en las grandes finales. En un torneo donde la precisión es la llave del éxito, y donde dos puntos fácilmente pueden definir a un campeón, el mejor jugador hizo hoy que lo complicado pareciera un juego de niños.
Ante un público extasiado, que entregaba sus ánimos claramente al balear -los "I Love you Rafa" ya comenzaron a sonar desde el segundo juego-, Nadal jamás dejó de exprimir un increíble abanico de recursos para frenar con contundencia los golpes planos de un Berdych impotente. Al checo le faltó descaro, creatividad, y se quedó a las puertas aunque arrancó con algún alarde de brillantez.
El duodécimo cabeza de serie quiso plasmar en la Catedral la efectividad con la que despidió del All England Club al mismísimo Roger Federer y al serbio Novak Djokovic. Pero frente a él tenía hoy a un Nadal arrollador, un número uno que derrochó genio e ingenio. El hombre que se ganó a pulso el papel de coprotagonista en el final de un cuento que tradicionalmente interpreta el helvético Federer suspendió hoy en golpes y erró en la auténtica batalla, la mental, crucial cuando el tipo que devuelve las bolas es Nadal.
El mejor Nadal
La primera manga fue el entrante de un menú en el que el plato estrella lo aderezaba la solidez, la destreza del zurdo de Manacor. Comenzó sirviendo el checo y tanto él como el español se estrenaron con sendos juegos en blanco para su rival. Ahí, al comienzo, se pudo ver algún tímido atisbo de la calidad y enorme potencial que siempre se presupone a Berdych. Pero el zurdo de Manacor dispuso en esa manga de cuatro ocasiones para romper y convirtió dos puntos rotura, mientras que el decimotercero del mundo no gozó de una sola ocasión de aventajar al español.
En el séptimo juego, el número uno supo imponerse al servicio del tenista de Valasske Mezirici con un 0-40 que salvó el centroeuropeo; pero el segundo favorito no bajó el ritmo. Transformó un segundo punto de rotura para desbaratar sin piedad el saque del checo y ponerse por delante con 4-3. La superioridad en el marcador impulsó la confianza del favorito, que asestó un juego en blanco para llegar al 5-3.
De nuevo fue el español el que volvió a disponer de una ocasión de rotura en el noveno juego, cuando Berdych, que sumó 27 golpes ganadores, sólo dos más que el balear, pudo neutralizar ese punto de rotura con la contundencia de un "ace" y colocar el marcador en 30-40. Pero el checo, que hizo un total de 13 directos, frente a los 5 de Nadal, se arrugó cuando tenía que lanzarse y erró, a continuación, para permitir que su adversario volviera a romperle y se llevara el primer parcial por 6-3 en poco más de media hora.
Nadal iba crecido. El campeón de Roland Garros mantenía la calma, exhibía precisión y medía cada detalle mientras el duodécimo cabeza de serie trataba de buscar nuevas salidas a ese duelo psicológico en el que prácticamente se ha doctorado el zurdo de Manacor.
Superioridad absoluta
Berdych arrancó la segunda manga con su primera opción de rotura en el juego inicial, donde el mallorquín, quien hizo un gesto de advertencia hacia los fotógrafos para pedir silencio, se trabó, se atascó y concedió en total tres bolas de rotura. El decimotercero del ránking mundial, un hombre al que se le reprochan sus momentos de duda, de vértigo en instantes decisivos, se quedó inactivo ante sus oportunidades. Nadal se aferró a su saque con esfuerzo para proseguir con su encadenamiento de golpes efectivos.
En una competición en la que un minuto, una bola, inclina el marcador hacia una dirección, el mejor jugador del mundo conservó el temple. Embalado, el español desmontó otra vez el servicio de Berdych en el undécimo juego, con un 0-40 que dio el set al pentacampeón del Abierto de París, por 7-5 en 54 minutos. Tres sets bastaron para dibujar al nuevo campeón. En ese parcial definitivo, el tenista checo dejó pasar otro punto de rotura, el último que le dio el español en esa manga, en el segundo juego (con 30-40) al estrellar una pelota contra la red.
Ya no hubo más momentos para Berdych, un hombre que no incurrió en ninguna doble falta y que cometió 17 errores no forzados en esta final, sólo 4 menos que Nadal. Con un tenis soberbio, el balear corroboró con su derecha y resto, con una abrumadora agresividad, su aplastante autoridad para llevarse el parcial y el partido, y demostrar, otra vez, que esta superficie no guarda ya ningún secreto para su raqueta. Aún no recuperado del esfuerzo, de la emoción, sus primeras palabras reflejaban su alegría: "Tras un año difícil, jugar una cuarta final y tener el trofeo ahora en las manos es más que un sueño", dijo

Los implicados en el escándalo de las cuentas suizas prefieren regularizar en julio.

Los implicados en el escándalo de las cuentas suizas prefieren regularizar en julio

Sede del HSBC en Ginebra (Efe)

@Eduardo Segovia - 03/07/2010 06:00h

Los implicados en el escándalo de las cuentas opacas en el HSBC de Suiza consideran que es mejor regularizar su situación -en caso de hacerlo- en julio una vez vencido el ultimátum que les concedió Hacienda. Por eso, prácticamente ninguno ha declarado sus cuentas, como adelantó El Confidencial, algo que ha obligado a la Agencia Tributaria a concederles una prórroga 'extraoficial' de cinco días para hacerlo.

La principal razón para este rechazo al ultimátum es que Hacienda no ha dejado claro que la regularización exonere del delito fiscal -los expertos están divididos al respecto-. Es más, el director de la Agencia Tributaria, Juan Manuel López Carbajo, hizo unas declaraciones en las que daba a entender todo lo contrario, forzado por las durísimas críticas de los inspectores y técnicos que le acusaron de "escandaloso trato de favor" y de "amnistía fiscal encubierta".

En todo caso, este fracaso de la regularización voluntaria pone de manifiesto la desacertada gestión del escándalo por parte de Hacienda, una gestión que ha motivado la destitución de los responsables de gestión y de inspección de la Agencia Tributaria.

Pero hay otro argumento muy importante para no regularizar la situación antes del 30 de junio. Según explican los expertos consultados, a los implicados que prefieran declarar y no arriesgarse a una inspección les interesaba esperar al fin del plazo de la declaración de la Renta porque de esta forma han prescrito las posibles irregularidades cometidas en 2005 y el posible delito fiscal de 2004, con lo que sólo habría dos años sometidos a inspección: 2006 y 2007 (éste es el último ejercicio que aparece en la información robada de HSBC). Precisamente, el ultimátum del 30 de junio perseguía evitar esta prescripción.

Esto es así porque el requerimiento de Hacienda (más bien "invitación") no interrumpe la prescripción, según todas las fuentes consultadas. La llamada "excusa absolutoria", que libra al contribuyente del delito fiscal, se extiende hasta que Hacienda inicia una inspección o la fiscalía pone una querella, algo a lo que no da tiempo entre el 30 de junio y los primeros días de julio. Por tanto, sigue en vigor para aquellos que decidan presentar una declaración complementaria en los próximos días.

La "excusa absolutoria"

Dicha "excusa absolutoria" aparece en el artículo 305.3 del Código Penal y supone que aquellos contribuyentes que presenten una declaración complementaria que sea completa y veraz, y que paguen la deuda pendiente, quedan eximidos de delito fiscal. Eso es lo que no está claro que se aplique con la invitación de Hacienda, ya que no es una declaración que hagan los implicados voluntariamente.

Pero, en todo caso, si la excusa absolutoria era válida a 30 de junio, lo sigue siendo a 1 de julio. Con la diferencia de que ha prescrito un ejercicio por el que no hay que rendir cuentas al Fisco. De ahí que a todo el mundo que quiera regularizar su situación le interesara esperar hasta el inicio del mes y que casi nadie se presentara hasta entonces.

Un requerimiento sin ninguna validez

Dicho de otra forma: el requerimiento de Hacienda no sirve para nada, siempre según los expertos consultados. "Lo que tendría que haber hecho Hacienda no es mandar un requerimiento que no interrumpe la prescricpión, sino iniciar una inspección masiva o instar a la fiscalía a presentar querellas, procedimientos que sí la interrumpen. Con eso sí que habría metido el miedo en el cuerpo a los defraudadores y habría conseguido que todos regularizaran", opina una de las fuentes consultadas.

Otro argumento disuasorio para regularizar es el histórico: en el escándalo de las cuentas en Liechtenstein de hace dos años y medio, sólo pagó el 20% de los implicados que decidió regularizar, mientras que al 80% que prefirió no darse por enterado no le ha pasado nada, ni ha recibido una inspección, ni ha sido imputado, ni ha tenido que pagar un euro.

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