CONGRESO | Pleno sobre el caos aéreo
Rajoy parafrasea a Rubalcaba para llamar a Blanco 'inútil con dosis de caradura'
Rajoy, en su escaño, junto a Soraya Sáenz de Santamaría. | Efe
El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha "respaldado al Gobierno en su defensa del interés general", y ha "condenado" sin "atenuantes de ninguna clase" a los controladores "que abandonan sus puestos y menosprecian los derechos de sus compatriotas". El líder de la oposición ha arrancado de esta contundente manera su discurso para que no haya duda alguna de que el principal partido de la oposición está de un único lado en el reciente conflicto.
No obstante, Rajoy ha arremetido, a continuación, contra la gestión del Ejecutivo, y muy en particular con la del ministro de Fomento, José Blanco. Sin llegar a pedir su dimisión o reprobación, tal como se venía rumoreando en los últimos días, Rajoy lo ha definido como "un inútil total, con dosis importantes de caradura, porque siempre encuentra una excusa para no asumir sus responsabilidades". Una afirmación con la que ha corroborado la crítica más ácida de las pronunciadas hasta ahora por los dirigentes del PP, como Rafael Hernando, y que ha sido acogida con estrépito en las respectivas bancadas popular y socialista. Pero en realidad, lo que ha hecho Rajoy es tirar la piedra y esconder la mano, en un golpe de efecto singular, porque, tal como ha matizado después, lo que ha hecho no es criticar a Blanco sino parafrasear a Alfredo Pérez Rubalcaba en su crítica de 1999 al entonces ministro de Fomento 'popular' Rafael Arias Salgado, en relación con unos "retrasos" en los aeropuertos.
Para justificar sus reproches, el líder popular ha afirmado que "el Gobierno no puede alegar ni falta de apoyo, que lo tuvo, ni ausencia der soportes legales para resolver esta situación". Tras recordar, de este modo, el apoyo del PP al decreto del pasado mes de febrero, Rajoy ha preguntado, en este sentido "por qué no se ha resuelto la homologación de los controladores militares: qué se ha hecho sobre los posibles proveedores civiles de los servicio; cuándo se van a incorporar los nuevos controladores; y por qué se esperó hasta octubre para hacer una convocatoria de 150 plazas de controladores de torre que todavía no están seleccionados".
Además, Rajoy ha reprochado al Gobierno "que en agosto nos anunciaron un acuerdo con los controladores del que nunca más se supo". Sobre el decreto del pasado viernes, ha preguntado irónicamente: "¿A quién se le ocurrió en puertas del puente festivo más importante? ¿Fue por imprevisión o imprudencia? ¿Por las dos cosas? ¿Dónde estaba el plan B?".
"Su decreto del viernes es la prueba más evidente del fracaso de su gestión", ha sentenciado. También se ha encarado con el Gobierno por los sucesivos decretos alumbrados para sofocar el "plante" de los controladores, hasta el punto de dudar de que el estado de alarma fuera "indispensable". "La declaración de alarma", ha dicho, "equivale a una declaración de impotencia y establece un precedente de nuevos conflictos laborales". "Con usted no ganamos para disgustos los españoles. Hemos celebrado el aniversario de la Constitución en estado de alarma", le ha criticado. En todo caso, y pese a todo lo dicho, Rajoy ha vuelto a declarar al final de su discurso su "respaldo en este tema" al Ejecutivo de Zapatero.
'No hicieron nada en seis años'
En su réplica, y en un tono más enfático, Rajoy ha acusado al Gobierno de "dañar al conjunto de los ciudadanos". Primero, porque "ustedes no hicieron nada en seis años" para prever o solucionar un problema que "se veía venir". "Se veía venir", ha insistido Rajoy, aludiendo al crecimiento del número de vuelos y el de horas extraordinarias de los controladores, mientras el Gobierno ha sido "incapaz" de negociar un nuevo convenio desde finales de 2004 y de convocar nuevas plazas. "Cuando el PP gobernó se sacaron más de 1.000 plazas y ustedes, sólo 150", alegó.
En segundo lugar, Rajoy ha justificado la responsabilidad del Gobierno en el daño causado en su gestión del propio fin de semana: "Actúan el último día, como siempre. No avisaron a nadie, en un puente. Luego sacaron tres decretos, ¡es que no tenían previsto nada, señor presidente!. La primera obligación gobernante es gobernar y usted lo deja todo para el último día".
