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Ser bilingüe a los cinco años ayuda a pensar mejor

Imagen: Ecuador Ciencia

Varias investigaciones recientes aseguran que adquirir un segundo idioma antes de cumplir los cinco años no solo facilita su aprendizaje, sino que también mejora el rendimiento del cerebro. La recopilación de estos estudios aparece en la revista Science.

Jared Diamond, de la Universidad de California en Los Angeles, asegura que, al contrario de lo que se creía, enseñar a los niños pequeños más de un idioma no los confunde, sino que “da ventajas que pueden servir toda la vida”.

Cuando se aprende un idioma se utiliza una parte del cerebro que no sólo reconoce las palabras, sino también sus sonidos, los olores asociados con ellas y sus imágenes. “Para concentrarnos en algo tenemos que bloquear el 99% de esos estímulos y concentrarnos en el 1% restante, el relacionado con el objeto”, cita el artículo. “Ese proceso de selección reside en la corteza prefrontal y se desarrolla antes de los cinco años de vida”, añade el documento.

Este trabajo involucra habilidades administrativas que son más fáciles para quienes son bilingües. “La gente que habla un idioma recurre sólo a un 'compartimiento' de información para entender lo que ve, en cambio los bilingües necesitan buscar en dos zonas distintas, cada una correspondiente a un idioma”, dice Diamond. “Ello hace a los cerebros bilingües más hábiles para tomar decisiones, para adaptarse a nuevas reglas y para aprender”, agregó.

Lorena Pizarro, neuróloga infantil, explica que cualquier estímulo durante la etapa de mayor plasticidad neuronal del cerebro hace que este se modifique “creando redes neuronales de mejor calidad”. Esa etapa de oro se vive antes de los cinco años. Al aprender distintos idiomas “se usan distintas vías neuronales, lo mismo pasa al aprender a tocar un instrumento o al leer partituras de música”.

“Cada idioma se internaliza distinto. Además de tener sonidos diferenciados entre ellos, hay algunos donde un mismo sonido tiene más de un significado”, dice. Cada trabajo produce nuevas conexiones en el cerebro “a las que se podrá echar mano en el futuro para otras cosas”, indica Pizarro.

Diamond cuenta que los bebés “aprenden a discriminar los sonidos de los distintos lenguajes. Si un niño escucha solamente japonés pierde la capacidad de distinguir las consonantes 'l' y 'r' utilizadas en el inglés”. Pizarro opina que no basta con enseñar a los niños unas pocas palabras en otro idioma. “El aprendizaje debe ser sistemático para que permanezca en el tiempo”, comentó.

Retardar el alzhéimer

Cuando se habla más de un idioma, el cerebro trabaja constantemente el doble. Por esa actividad duplicada, la cabeza está por más tiempo en forma y podría aplazar la aparición de signos del alzhéimer, según un estudio canadiense.

El neurólogo Patricio Fuentes explica que la densidad de conexiones neuronales puede estimularse de diversas formas. “La activación mental se ejercita con actividades como aprender otro idioma o adquirir habilidades con la computadora”, dice. Las personas bilingües podrían tener cerebros mejor preparados para enfrentar esa enfermedad, pero no están exentos de padecerla, asegura.

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