Los secretarios judiciales apuestan por la mediación en los tribunales
Los secretarios judiciales solicitarán al Ministerio de Justicia, en los próximos días, la creación de servicios de conciliación en los tribunales, que les permitan superar las limitaciones que impone la Ley de Reforma Procesal, según informó ayer el presidente del Colegio Nacional de Secretarios Judiciales, Rafael Lara.
Durante el desarrollo de las XXIV Jornadas de la Fe Pública Judicial, afirmó que "es un mecanismo fabuloso para solventar la situación de los juzgados por la crisis".
Así, explicó que si en la actualidad el 40 por ciento de las sentencias de la vía penal son de conformidad, gracias a los acuerdos entre las partes, si se potenciara la mediación para todas las áreas del Derecho, se evitaría la celebración de los procesos contenciosos que se desarrollan hoy en día, lo que supondría reducir a la mitad la carga de trabajo de los tribunales con el consiguiente ahorro económico.
Junto a la mediación social, cuyos primeros casos ya han empezado a ser dirigidos por los fedatarios judiciales, aunque todavía sólo para casos posteriores al 4 de mayo y restringido a despidos y otros asuntos urgentes, Lara señaló que un campo importante de actuación será el Civil, donde la mayoría de los litigios se plantean por reclamaciones de cantidad. No creen que la creación de los nuevos servicios suponga un coste mayor por la necesidad de contratar grandes equipos de personal especializado, puesto que estos profesionales ya están en la Administración.
Oportunidad perdida
Por su parte, Pedro González Romo, secretario del Juzgado de lo Social nº 3 de León, dijo que se ha perdido la oportunidad de efectuar una auténtica promoción de las conciliaciones. "Quizá haya una nueva oportunidad en la Ley de Jurisdicción Voluntaria", indicó.
Según apuntó, debería haberse extendido la obligatoriedad de las conciliaciones al ámbito civil al igual que en lo laboral; aparte de haber entregado la conciliación procesal civil al secretario judicial, ya que "se evitaría que las partes en muchas ocasiones sufran presiones a veces difícilmente soportables, que las obligan a aceptar acuerdos a los que en principio no estaban dispuestas a llegar".
