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BRONCA EN EL CONGRESO POR LOS BIENES DE SU PRESIDENTE

Un constructor fio a Bono más de 15 millones de pesetas para levantar su chalet

Un constructor fio a Bono más de 15 millones de pesetas para levantar su chalé

El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono (Efe).

Las dudas sobre el espectacular aumento patrimonial de José Bono llegaron ayer hasta la Mesa del Congreso de los Diputados, que no se puso de acuerdo sobre cómo fiscalizar los bienes de su presidente. Sin embargo, las sospechas sobre el modo en que ha adquirido sus diversos inmuebles persiguen a Bono desde que presidía Castilla-La Mancha. Así, su chalé de Olías del Rey (Toledo), vivienda habitual de la familia, fue levantado gracias a la generosidad del constructor, que le fio más de quince millones de pesetas.

Bono adquirió en 1995 un chalé de 401,28 metros cuadrados en Olías del Rey, según explicó entonces en su declaración de bienes. Sin embargo, en 1996 todavía no sabía qué cantidad adeudaba al constructor y a los proveedores de material. Un año después, sí reconoce que “su deuda con el constructor” es de 15.048.598 pesetas (90.443 euros), aunque no aclara la identidad del empresario, ni a qué tipo de acuerdo ha llegado con él, ni si debe afrontar intereses por este préstamo.

Pese a la magnitud de la operación, el presidente del Congreso no utilizó los servicios de ninguna entidad financiera. La única explicación que ofrece en su declaración de bienes es que vendió varias fincas heredadas de su madre para financiar la construcción de la casa, aunque no detalla el tamaño o valor de tales terrenos. De hecho, asegura que estas fincas, vendidas en 1995, le ayudaron también a comprar un piso en Toledo de 142 metros cuadrados en 1992, así como a pagar “deudas pendientes”.

La velocidad con que hizo frente a la deuda con el constructor del chalé también es sorprendente, ya que en 1999 sólo tenía pendiente 5.151.662 pesetas, y en 2001 la deuda estaba saldada. Todo gracias a un sueldo que no alcanzaba los 12 millones de pesetas anuales y a la herencia materna.

Antes de dejar la Junta para ser ministro de Defensa, Bono había acumulado también una casa y dos fincas rústicas en Salobre (Albacete), dos pisos en Madrid, y los citados inmuebles de Toledo y Olías. Asimismo, inyectó 632.800 euros a la sociedad Ahorros Familiares Saja, y creó la Sociedad Hípica Almenara. Este negocio fue denunciado por IU ante la Fiscalía Anticorrupción, porque, según Francisco Hernando, El Pocero, uno de los constructores que participaron en las obras, fue financiado por patrocinadores como Porcelanosa, Iberdrola o Endesa.

Bronca en el Congreso

Por otra parte, su mujer, Ana Rodríguez, puso en marcha la franquicia de Tous en Castilla-La Mancha con un valor inicial de 25.200 euros. Según fuentes que asesoran a esta firma, consultadas por este diario, Ana Rodríguez vendió recientemente sus cinco tiendas a la empresa matriz a cambio del 16% de las ventas, lo que le reporta en torno a 800.000 euros al año. Además, de acuerdo con estas fuentes, aprovecha su posición social como esposa de la tercera autoridad del Estado para ejercer de embajadora de la marca.

Este es precisamente uno de los argumentos de la familia Bono-Rodríguez para justificar el notable enriquecimiento que ha experimentado en los últimos años, según ha desvelado La Gaceta. En concreto, el citado diario le atribuye la adquisición de un chalet en Bargas (Toledo), dos áticos en Estepona y dos pisos de lujo en Madrid. Un conjunto de propiedades valorado en más de 3 millones de euros.

Bono pidió amparo al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ante lo que considera es una “campaña” mediática de “calumnias y falsedades”. No obstante, no accedió a la exigencia del PP de explicar públicamente su patrimonio. Ayer, la bronca llegó al Congreso de los Diputados. Los representantes populares en la Mesa de la Cámara (Ana Pastor, Jorge Fernández Díaz, Ignacio Gil Lázaro y Celia Villalobos) abandonaron la reunión para impedir, según explicaron, que derivara en un escrito de apoyo a Bono.

Según fuentes parlamentarias citadas por Efe, el presidente del Congreso planteó el problema sobre la verificación de su patrimonio al ser él el encargado de custodiar las declaraciones de bienes de todos los diputados. Es decir, se abrió el debate sobre quién debe vigilar al centinela. El PP reclamó que fuera la Comisión del Estatuto de los Diputados, que ya comprueba las actividades privadas de sus señorías, pero finalmente no hubo acuerdo con los representantes socialistas y nacionalistas. Según Europa Press, el Congreso no descarta buscar una fórmula para que otro diputado pueda dar fe de la declaración de Bono, aunque, por ahora, sólo Conde-Pumpido ha comenzado a analizar la documentación presentada por el político manchego.

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